La Corte Suprema de Colorado emitió el martes un doble fallo histórico: Trump no sólo es culpable de haber incitado a la insurrección que condujo al asalto al Capitolio, sino que, por primera vez, invoca a un artículo de la Constitución para prohibir que se presente como candidato en ese estado. El impacto es tan fuerte que forzará a la Corte Suprema de EU a pronunciarse
¿Por qué el fallo de la Corte Suprema de Colorado es histórico?
Porque sienta un precedente legal (nunca se ha prohibido a un candidato a la Presidencia de Estados Unidos postularse en uno de los 50 estados) y porque corrige una anomalía constitucional, según se desprende de la sentencia: la de que ningún ciudadano puede presentarse a unas elecciones, si un tribunal considera que cometió el delito de insurrección… excepto si se postula para presidente (una paradoja, ya que debería ser el cargo menos indicado para que lo ostente, precisamente, alguien acusado de rebelión).
“No hemos llegado a estas conclusiones a la ligera”, se puede leer en la opinión mayoritaria del Supremo de Colorado. “Somos conscientes de que es nuestro deber solemne aplicar la ley, sin miedo ni favoritismos, y sin dejarnos llevar por la reacción del público a las decisiones que la ley exige que tomemos”.
¿Qué dice la sentencia de la Corte Suprema de Colorado?
Básicamente, que Trump cometió un delito de insurrección (o incitación a la insurrección), por lo que es “inelegible”. La máxima corte de Colorado llegó a esta conclusión basándose en el punto Tercero de la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de EU, conocido como “Cláusula de descalificación”, añadida en 1868 para evitar que un político del proscrito bando confederado pudiera postulase a cualquier cargo público.
Pese a la lejanía de su redacción, se trata de la primera vez que un tribunal invoca la Sección 3 de la 14ª Enmienda de la Constitución para descalificar a un candidato presidencial.
¿Por qué la Corte de Colorado culpa a Trump de insurrección?
El Supremo de Colorado considera probado que el 6 de enero de 2021, a sabiendas de que los congresistas estaban reunidos en el Capitolio para ratificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020, el todavía presidente republicano Trump jaleó en un mitin a sus seguidores a impedir “por la fuerza” que este trámite final se consumara, subvirtiendo así el proceso democrático.
Poco después de sus discurso incendiarios, hordas de extremistas asaltaron el Capitolio, dejando un saldo de 5 muertos, decenas de heridos y la imagen de la democracia estadounidense hecha añicos, aunque no lograron su propósito de revertir la voluntad del pueblo expresada en las urnas.
¿Por qué llegó el caso Trump al Supremo de Colorado?
El pasado 17 de noviembre, la jueza de primera instancia de Colorado, Sarah Wallace, falló contra una demanda interpuesta por la organización Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética (CREW son sus siglas en inglés) que pedía la prohibición del nombre de Donald Trump en la papeleta para elegir el candidato presidencial republicano por el estado de Colorado. Dicha organización liberal con sede en Washington presentó querellas similares en otros estados, pero sólo en Colorado prosperó.
Aunque la sentencia de Wallace reconoce que Trump, efectivamente, cometió el delito de insurrección (un fallo de por sí trascendental, al tratarse del primero dictado por un juez federal que señalaba directamente de este delito al expresidente republicano), la jueza consideró que no era suficiente para impedir que se postule como candidato a presidente de EU en el estado de Colorado, argumentando que la Sección 3 de la 14ª Enmienda en ninguna parte dice que no pueda presentarse específicamente al cargo de presidente.
Ante la negativa a aceptar el fallo la jueza, de la organización demandante presentó un recurso y el caso llegó hasta la máxima instancia judicial de Colorado.
¿Por qué cuatro jueces de la Corte Suprema de Colorado no dieron la razón a la jueza y otros tres sí?
Cuatro de los siete jueces de la máxima corte de Colorado llegaron a la conclusión (y esto sería lo trascendental) de que no hace falta que el texto de la cláusula especifique la palabra presidente porque se sobreentiende que la inelegibilidad para cargo público por el delito de insurrección incluye el de presidente de la nación.
Dicha cláusula (en su versión literal del inglés al español) dice lo siguiente: “Ninguna persona podrá ser senador o representante en el Congreso, ni elector de Presidente y Vicepresidente (ambos cargos son elegidos en EU no por voto popular directo, sino por 538 electores de los 50 estados), ni podrá ocupar cargo alguno, civil o militar, en Estados Unidos o en cualquier Estado, que, habiendo prestado previamente juramento a la Constitución, como miembro del Congreso, o como funcionario de Estados Unidos; o como miembro de cualquier legislatura estatal, o como funcionario ejecutivo o judicial de cualquier Estado, haya participado en una insurrección o rebelión contra la Constitución, o haya dado ayuda o consuelo a sus enemigos”.
Los cuatro magistrados rechazaron el fallo de la jueza Wallace, porque interpretan que la palabra presidente va implícita en la frase “ninguna persona podrá ocupar cargo alguno, civil o militar, en Estados Unidos que (…) haya participado en una insurrección”.
Sin embargo, los tres jueces que votaron en contra, aunque también admitieron que Trump “presuntamente” incurrió en el delito de insurrección, alegan que se estaría incurriendo en un incumplimiento del debido proceso (el derecho de Trump a defenderse de la acusación de insurrección en un juicio) y se estaría aplicando una pena (la de no presentarse a las elecciones presidenciales de noviembre de 2024) demasiado grave como para que lo dirima una Corte Suprema estatal.
¿El fallo puede ser recurrido?
Sí, de hecho, los responsables de la campaña de Trump anunciaron, el mismo martes, que apelarán el fallo y anticiparon que la Corte Suprema de EU le dará la razón al presidente “en fondo (el expresidente no cometió un delito de insurrección) y forma (el fallo de Colorado se saltó el debido proceso)”.
Trump arremetió este miércoles contra la decisión del Supremo de Colorado de expulsarlo de las primarias republicanas en ese estado por su papel en el asalto al Capitolio, escribiendo con su habitual estilo incendiario: “¡¡¡Qué vergüenza para nuestro país!!! Nos estamos convirtiendo en una república bananera” escribió y denunció que la decisión supone otro ejemplo de “interferencia electoral”, como ya ha manifestado antes al cabo de decisiones judiciales en su contra.
La apuesta de Trump es que la mayoría conservadora de la Corte Suprema de EU (seis conservadores frente a tres mujeres progresistas) tumbe el fallo, para lo que deberá pronunciarse antes del 5 de enero, que es el plazo del estado de Colorado para imprimir las papeletas con los nombres de los candidatos a las primarias, tanto republicanas como demócratas.
Sin embargo, existe la posibilidad de que la Corte Suprema de EU se desentienda del caso, aunque resultaría del todo incomprensible, dada la gravedad del asunto tratado. En caso de que este supuesto ocurra, en las primarias en Colorado no estaría el nombre de Trump, sino el del resto de susa adversarios que buscan la candidatura republicana.
¿Qué ocurre si la Corte Suprema da la razón a Colorado; podrá postularse Trump a presidente?
En principio sí, puesto que el fallo sólo se aplica a Colorado, por lo que deja a Trump todavía en condiciones de presentarse a otras primarias republicanas y, en caso de que en la Convención Nacional de verano logre 1,234 votos de los 2,433 delegados presentes, sería proclamado candidato presidencial republicano.
En cuanto a las elecciones del martes 5 de noviembre de 2024, la ausencia de su nombre en la papeleta de Colorado no le debería preocupar especialmente, puesto que es un estado predominantemente demócrata —Biden ganó por 13 puntos de diferencia en las elecciones de 2020—, pero sólo aporta 9 de los 270 votos electorales necesarios para ganar.
Sin embargo, si la Corte Suprema de EU avala el fallo de Colorado sentaría jurisprudencia sobre el papel de los presidentes ante delitos de insurrección y muchos otros estados podrían seguir el camino de Colorado para intentar invalidar judicialmente su candidatura. De ser así, aunque otros estados mantengan su candidatura, sería muy difícil que matemáticamente sumara el expresidente los 270 votos electorales que necesita para ganar.
En cualquier caso, es poco probable que resulte este escenario, por una cuestión de tiempo, ya que falta menos de un mes para que arranque oficialmente la campaña electoral.
Si otros estados no siguen el ejemplo de Colorado con celeridad ¿Trump se habría salido con la suya?
Sí, por la mencionada falta de tiempo y porque, de hecho, los tribunales de tres estados —Michigan, New Hampshire y Florida— ya desestimaron querellas similares a la de Colorado.
Por tanto, salvo en el muy improbable caso de que la Corte Suprema de EU emita una prohibición nacional (como hizo en 1973 cuando legalizó el aborto en Texas y lo extendió expresamente a todo el país), Trump seguirá adelante en su carrera hacia la candidatura presidencial republicana, de la que sigue como claro favorito (también a derrotar al demócrata Biden, quien este miércoles consideró “evidente” que el rival al que ya derrotó una vez en las urnas cometió el delito de insurrección).
En resumen, salvo un vuelco judicial inesperado, serán finalmente los ciudadanos los que con su voto decidan si merece o no la pena votar por Trump (como candidato republicano y, si lo logra, como candidato presidencial), pese a que al menos un tribunal supremo sentenció que incitó a la insurrección, pese a que está pendiente de otros 91 cargos en su contra, desde depredador sexual, pasando por defraudar al fisco o por llevarse a casa documentos de alto secreto que podrían haber caído en manos del enemigo, y pese a que su oratoria antiinmigrante se está deslizando peligrosamente hacia un discurso de odio más propio de la Alemania nazi.