Iniciativas ucranianas llaman al boicot de las multinacionales que no han salido de Rusia

Según los activistas, las grandes empresas como la estadounidense Unilever o la francesa Auchan permiten que la costosa invasión continúe.

Varias iniciativas ucranianas buscan aumentar la presión sobre las multinacionales que siguen operando en Rusia, de las que tan sólo una quinta parte ha salido del país, para que dejen de financiar indirectamente la invasión de Ucrania, y piden a directivos y a consumidores que actúen conforme a los valores que afirman tener y dejen de comerciar con estas empresas y comprar sus productos.

“Nuestro principal objetivo es hacer que estas compañías se planteen si merece la pena invertir en la economía del país agresor”, declaró a EFE Roman, uno de los desarrolladores de la aplicación móvil “Push to Leave” (algo así como “empujón para marcharse” en inglés).

La aplicación, que puede ser descargada en cualquier parte del mundo, permite a los usuarios de móviles android o iphone escanear el código de barras de un producto y averiguar si su fabricante sigue operando en Rusia.

De esta forma, explica Roman, el consumidor puede optar por comprar un producto alternativo de una empresa que no esté presente en Rusia.

“Esto es importante porque estas grandes compañías pagan grandes sumas en impuestos al estado ruso, que se usan para financiar los ataques contra Ucrania”, subrayó y recordó que ni un sólo día pasa sin que mueran en Ucrania civiles y soldados que lo eran hasta hace poco.

Según los activistas, las grandes empresas como la estadounidense Unilever o la francesa Auchan permiten que la costosa invasión continúe, ya que este tipo de multinacionales pagaron en Rusia en 2022 impuestos sobre sus beneficios por valor de 3,300 millones de euros.

“Pedimos a los consumidores que presten atención a este hecho y ayuden a estimular a estas empresas a cambiar de comportamiento”, señala Roman.

Más de 12,000 usuarios han descargado ya la aplicación, que está disponible en ocho idiomas, entre ellos español.

Aunque la mayoría de ellos se encuentra en Ucrania, Roman y sus compañeros están tratando de fomentar el uso de la aplicación en el extranjero y mencionan Suecia, República Checa y Estonia entre los países donde se está extendiendo su uso.

El mercado ruso es mucho mayor que el ucraniano, por lo que de momento estas multinacionales no sienten tanto el impacto del comportamiento de los consumidores en el país invadido, según el activista.

Iniciativas ucranianas llaman al boicot de las multinacionales que no han salido de Rusia
Sin embargo, si los consumidores en otros mercados mayores les penalizan su presencia en Rusia, esto podría llevarlas a replantearse su presencia allí.

“Incluso una caída del 1% en los beneficios podría suponer una diferencia para algunas empresas”, afirma el desarrollador.

El equipo detrás de la aplicación no es el único con esta idea y la iniciativa está cooperando en estos momentos con el Instituto KSE y su proyecto “Leave-Russia”, una de las mayores bases de datos sobre empresas internacionales en Rusia.

Según ésta, sólo 276 de 1,391 empresas occidentales (el 19.8%) ha abandonado por completo el mercado ruso desde el inicio de la invasión.

Los obstáculos monetarios y burocráticos introducidos de forma deliberada por el Gobierno ruso han dificultado la salida, aunque un total de 11 empresas la finalizaron el pasado mes de agosto.

Al mismo tiempo, el 56% de las citadas empresas mantiene que seguirán haciendo negocios en Rusia, subraya el instituto.

Algunas de ellas, como PepsiCo, P & G y Mars sostienen que no pueden marcharse porque proporcionan productos esenciales, pero con ello están “priorizando los beneficios” sobre “un comportamiento comercial ético y responsable”, argumenta la consultora en derechos humanos de la coalición de organizaciones de la sociedad civil “B4Ukraine” Nina Prusac.

La plataforma señala que galletas y champúes difícilmente pueden considerarse esenciales, pero permitieron a las empresas de bienes de consumo estadounidenses generar unos 19,700 millones de euros en beneficios en Rusia en 2022.

“Las empresas deben darse cuenta de que no son observadores pasivos o espectadores en esta guerra”, indicó Prusac en su análisis correspondiente al mes de diciembre para “B4Ukraine”.

Mientras sigan operando en Rusia, continuarán perpetuando la guerra, que les implica “de forma directa o indirecta, en el dolor y el sufrimiento de innumerables familias ucranianas”, denunció.