La ofensiva estatal otorga unilateralmente permiso a los agentes para deportar inmigrantes o encarcelarlos, saltándose las leyes federales
El Departamento de Justicia estadounidense presentó el miércoles una demanda contra el estado de Texas para tratar de tumbar una nueva ley migratoria que convierte en crimen la entrada irregular de personas desde México.
“Ya que SB4 (la norma de Texas) está supeditada a la ley federal y viola la Constitución de Estados Unidos, el Departamento de Justicia busca una declaración de que SB4 es inválida y una orden prohibiendo de manera preliminar y permanente que el estado la aplique”, dijo la oficina en un comunicado.
El Gobierno estadounidense ya avisó la semana pasada de que demandaría al estado, gobernado por los republicanos, si no revocaba la norma en cuestión antes del 3 de enero. La ley migratoria fue aprobada a mediados de noviembre por la Legislatura estatal y recibió el visto bueno del gobernador, Greg Abbott, a mediados de diciembre.
La ley antiinmigrante más dura
La ley texana, considerada por los expertos como una de las normas antiinmigrantes más estrictas en la historia estadounidense, convierte en delito menor el que un extranjero “ingrese o intente ingresar al estado desde una nación extranjera” de forma irregular.
La falta se convierte en un crimen grave, punible hasta con 20 años de prisión, si el infractor es reincidente.
“Texas no puede ignorar la Constitución de Estados Unidos y la jurisprudencia del Tribunal Supremo”, dijo en el comunicado el fiscal Brian Boynton, jefe de la división civil del Departamento de Justicia.
Alambre de púas, al Supremo
Las autoridades estadounidenses ya presentaron el martes una solicitud al Tribunal Supremo para que permita a los agentes de la patrulla fronteriza cortar el alambre de púas instalado por Texas en la frontera sur para tratar de reducir la inmigración ilegal.
El alambre es parte de una serie de medidas contra la inmigración ilegal del gobernador texano, conocidas como ´Operación Estrella Solitaria´, y que también incluyen la instalación de una barrera flotante de boyas sobre el río Grande o el envío masivo de migrantes en autobuses a ciudades gobernadas por demócratas.
En lo que va de año, las autoridades estadounidenses han registrado más de 2 millones de ‘encuentros’ con migrantes en la frontera sur, la mayoría de ellos arrestos de personas que intentaron cruzar de manera irregular.
El continente registra un aumento histórico en el movimiento de personas, impulsado por la búsqueda de mejores oportunidades económicas y las diferentes crisis sociales y políticas en países de la región, especialmente en Venezuela, Haití y el Triángulo Norte centroamericano.