El dictador norcoreano, dispuesto a entregarle “millones” de armas, a cambio de que Rusia le ayude a desarrollar un programa espacial norcoreano
Rusia se garantizó este miércoles el apoyo de Corea del Norte en la guerra contra Ucrania en el marco de la cumbre en un cosmódromo siberiano entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la que ambos exhibieron su sintonía y el rechazo al imperialismo occidental (aunque no al imperialismo ruso que pretende reconstruir Putin, empezando por Ucrania).
Cuidadoso de no usar la palabra prohibida —guerra— el dictador norcoreano comparó la invasión rusa de Ucrania con una “lucha santa”, por lo que puso a disposición del Kremlin toda la capacidad ofensiva norcoreana para que el presente ruso logre su objetivo de someter a los ucranianos.
“Rusia se ha levantado ahora en una lucha santa para la defensa de su soberanía y seguridad. Nosotros siempre hemos apoyado y apoyamos todas las decisiones del presidente Putin”, dijo Kim al líder ruso durante el segundo encuentro entre ambos desde 2019 en el cosmódromo ruso de Vostochni, en la región siberiana de Amur.
Según fuentes occidentales, Kim estaría dispuesto a apoyar la guerra de Moscú con “millones” de proyectiles y munición para artillería, en su ofensiva bélica.
Convencido de la victoria rusa
Kim se mostró convencido de la victoria de Rusia en su “operación militar especial” en Ucrania, eufemismo con el que Moscú se refiere a la guerra que lanzó en el país vecino hace 567 días.
“Estoy convencido de que el heroico Ejército y el pueblo ruso, que heredó brillantemente las tradiciones de la victoria, demostrará dignidad y honor en dos frentes: en la operación militar especial y en la edificación de un Estado fuerte”, aseguró durante el brindis que le ofreció Putin en Vostochni.
El líder adelantó a Putin que las relaciones con Moscú son ahora la “máxima prioridad de Pionyang”.
Lucha contra el “imperialismo”
“Nuestra visita actual se produce en un momento de confrontación feroz en la arena internacional entre lo progresista y lo reaccionario, entre la justicia y la injusticia, así como la construcción de un mundo multipolar”, dijo Kim, refiriéndose a que su régimen es el progresista y justo.
“Hemos apoyado siempre, y apoyamos, todas las decisiones del presidente Putin y del gobierno ruso. Espero que siempre luchemos juntos contra el imperialismo”, enfatizó, obviando que el objetivo de Putin en Ucrania es, precisamente, reconstruir el imperio zarista y luego soviético.
Probando el peso de la silla
Kim viajó a Rusia con una delegación que incluía a su hermana Kim Yo-Jong, y a los ministros de Defensa y de Exteriores, así como el director del Departamento Industrial de Munición y el secretario para Ciencia y Educación del Comité Central del Partido de los Trabajadores, ligado al programa espacial norcoreano.
Antes del acto, varios miembros de los séquitos del norcoreano probaron los asientos debido al sobrepeso del dirigente asiático, según el video que revelaron los canales rusos.
Tras, sus elogios mutuos, ambos dictadores pasaron a la parte secreta de la cumbre.
Veto ruso a sanciones
Pese a las advertencias de Occidente de que puede haber nuevas sanciones para ambos países, Putin y Kim mostraron su disposición a reforzar los lazos militares.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que Moscú desarrollará las relaciones con su vecino norcoreano “pese a los reproches” que se le hagan.
Y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió que, si Occidente pretende impulsar una nueva resolución de sanciones contra Corea del Norte en el Consejo de Seguridad, no contará con el apoyo ni de Rusia ni de China.
En busca de tecnología espacial
Pero no solo Rusia necesita a Corea del Norte para poder sostener su esfuerzo bélico en Ucrania, sino que el régimen de Pionyang busca el apoyo de Moscú para desarrollar su sector espacial.
El líder norcoreano de hecho mostró “un gran interés por los cohetes”, dijo el jefe del Kremlin, quien mostró a su homólogo en el cosmódromo de Vostochni el ensamblaje de los cohetes Angará y el complejo de lanzamiento de los portadores Soyuz-2.
Peskov subrayó que Moscú ha planteado a Corea del Norte “la posibilidad de cooperar en el sector espacial”.
La visita de Kim a Rusia se produce tras dos lanzamientos fallidos de satélites militares de reconocimiento y los planes de Pionyang de efectuar otro intento este octubre.
A la vez, horas antes de la cumbre entre Putin y Kim Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos de corto alcance al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas).
Se trataría de la primera vez que el régimen de Pionyang efectúa estos lanzamientos mientras Kim se encuentra en el extranjero.